Conducir es una acción que requiere pericia, prudencia, y respeto a las normas de circulación para garantizar la seguridad de todos los usuarios de la carretera. Por eso, atesorar las características que diferencian a un buen conductor de uno no tan bueno es fundamental para que todos estemos un poco más seguros cuando tanto si vamos al volante, al manillar o, simplemente, como peatones.