La Inspección Técnica de Vehículos, más conocida como ITV, es un trámite que deben pasar todos los automóviles obligatoriamente. Una especie de examen obligatorio para todos los vehículos, aunque dependiendo de si se trata de un coche, de una motos o de un vehículos industrial, la periodicidad varia.
Así, por ejemplo, los coches y las motos nuevos tienen que empezar a pasarla a partir de los cuatro años desde su matriculación. A partir de esa fecha se deberá realizar cada dos años hasta que tenga el coche o moto, 10 años. Una vez cumplidos los 10 años la ITV se debe realizarse cada año.
Durante esta inspección los técnicos comprueban el estado de diferentes elementos y sistemas del coche que pueden afectar a la seguridad y a la contaminación. Si durante la inspección se detectan defectos leves en el coche, dispondrás de un periodo de dos meses para repararlos y volver a pasar la inspección, aunque estos defectos no te impedirán seguir circulando. Por el contrartio, si los defectos son muy graves, no podrás abandonar la ITV circulando, si no en grúa, y hasta que no sean reparados no podrás volver a pasar la ITV.