La importante nevada caída en el fin de semana de Reyes de este año y sus consecuencias, con el colapso en varias autopistas como la AP-6 o la AP-68 en las que miles de conductores quedaron atrapados, ha originado un importante debate. Además de ponerse en duda si concesionarias y autoridades estuvieron a la altura de las circunstancias, también se ha puesto de manifiesto que ni conductores ni vehículos, por regla general, están preparados para las condiciones adversas que conlleva el invierno.