El fin del estado de alarma coincide con la llegada del buen tiempo, anticipo de un verano en el que se prevé que millones de vehículos vuelvan a circular por las carreteras.
En este sentido, conviene que tengas en cuenta si tu coche ha estado parado durante largos periodos de tiempo. Si es así, es más que recomendable que antes de someterlo al esfuerzo de un viaje compruebes su estado, tanto para evitar averías como accidentes.
De este modo, conviene que realices un mantenimiento básico de tu vehículo así como que revises que toda la documentación esté en regla, incluido el seguro en vigor y la inspección técnica.
Y es que, tal y como recuerdan desde el Race, la pandemia ha llevado a que muchos vehículos no cumplan con sus plazos de mantenimiento. Y eso que, a pesar de las restricciones a la movilidad, el número total de expedientes abiertos por este club fue superior al millón entre marzo de 2020 y marzo de 2021 (1.085.431), solo un 8% inferior al registrado en el mismo periodo entre 2019 y 2020 (1.180.105).
¿Y cuáles han sido los principales motivos de asistencia? Por encima de todas destacan, según el Race, las ayudas por problemas relacionados con las baterías. Si habitualmente es el componente que más asistencias motiva, de marzo 2020 a marzo 2021 el porcentaje de incidencias relacionado con ellas fue del 31%, ocho puntos porcentuales más que un año antes cuando alcanzó el 23%.
La causa, según destacan desde el club, es que muchos vehículos estuvieron sin moverse durante los meses en los que la movilidad estuvo más restringida. Tras las baterías, el siguiente motivo de asistencia fueron los problemas derivados de los neumáticos (15%) y los accidentes de tráfico.
¿Qué elementos revisar para evitar problemas en carretera?
Batería, luces, escobillas...
Por tanto, antes de salir de viaje, es fundamental que verifiques el estado de la batería (puedes acudir a tu Taller de Confianza a comprobar su nivel de carga). Además, puedes comprobar que no salga ningún líquido y que los bornes de contacto estén limpios, bien atornillados y protegidos con grasa.
Desde el Race apuntan, también, que las hojas caídas sobre el coche durante este tiempo pueden haber provocado humedad y afectar a los circuitos eléctricos.
Tampoco olvides verificar que las luces funcionan correctamente y que están reguladas y alineadas, así como que las escobillas limpiaparabrisas barren sin ruidos y de manera uniforme. De igual forma, verifica que el parabrisas no tiene grietas o alguna rotura.
Niveles (aceite, refrigerante...)
Por otra parte, también es importante que verifiques el estado y nivel de fluidos como el refrigerante, y el aceite (lo comprobaremos con el motor frío, en llano y utilizando la varilla indicadora y, en caso de detectar niveles bajos, rellenarlos para recuperar los adecuados.
Y si percibes manchas en el suelo y niveles anormalmente bajos, solicita una grúa y acude a un taller para comprobar de dónde procede la fuga para poder repararla.
Recuerda que el refrigerante, por regla general, conviene sustituirlo al menos cada 40.000 km (o cada dos años) y el aceite, cada 15.000 a 30.000 km (o cada año) dependiendo del modelo. Y siempre cuando sustituyas el lubricante, cambia también el filtro del aceite.
Neumáticos, frenos y amortiguadores
Antes de volver a circular no olvides tampoco comprobar las ruedas, ya que su estado es fundamental pues conectan tu vehículo con el asfalto. Verifica el estado de la banda de rodadura y que tengan la presión correcta.
La falta de uso provoca pérdida de presión, lo que puede incrementar la falta de agarre. Asimismo, si el coche ha estado parado mucho tiempo sin moverse también es posible que los neumáticos se hayan deformado.
Por otra parte, también es importante comprobar los discos y pastillas de freno así como que el líquido de frenos esté en los niveles adecuados. La necesidad de cambiar las pastillas la suele señalar, en los coches más modernos, un indicador luminoso del cuadro de instrumento.
Es aconsejable cambiar el líquido de frenos cada 2 o 3 años (o 40.000 km) y comprobar su estado anualmente. Un líquido en mal estado ocasiona deterioro, sobre todo, de los elementos del sistema de frenado que tengan retenes o juntas de goma, como la bomba de freno, los bombines de los frenos traseros y los latiguillos.
¿Y cómo tienes la suspensión? Para verificar que los amortiguadores están en buen estado, un truco: aplica fuerza en cada una de las esquinas del vehículo, sobre cada rueda, si se producen rebotes bruscos, debes cambiarlos.
Si necesitas un profesional del taller, confía a tus Talleres de Confianza el cuidado de tu coche: estamos para ayudarte. Pon en manos de los profesionales de los talleres asociados a Asetra el mantenimiento y reparación de tu vehículo.