La sencilla acción que evitará graves averías en el motor de tu coche: cómo y por qué revisar el nivel de aceite

En ocasiones damos muy poca importancia a las cosas más sencillas. Precisamente por eso, porque es sencillo. Sin embargo, mirar el nivel de aceite de tu coche es muy fácil…

Además, es realmente importante si quieres evitar una gran avería que te obligue a desembolsar centenares o miles de euros e, incluso, mandar el coche al desguace en el peor de los casos.

El aceite, clave para el funcionamiento del motor

Hay que tener en cuenta que el aceite es esencial para el buen funcionamiento de las piezas del motor de un coche. Utilizar el lubricante adecuado puede marcar la diferencia a la hora de poner fecha a la vida útil del motor.

Este fluido es fundamental pues impide un desgaste anticipado de piezas, sometidas a grandes presiones, tiempos de trabajo intensivos y temperaturas muy altas, y que podrían llegar a chocar, incluso fundirse, entre sí.

Su importancia es tal que la DGT recuerda en su revista digital la necesidad de seguir a rajatabla las recomendaciones del fabricante de nuestro coche y del aceite utilizado. De hecho, no hay un kilometraje específico para su sustitución.

Los modelos más modernos no necesitan de este cambio hasta alcanzados los 30.000 kilómetros. En cambio, otros (una minoría) requieren la renovación cada 15.000 kilómetros o menos. Estos últimos suelen ser motores de muy altas prestaciones que necesitan un estado casi perfecto de todos sus componentes para limitar riesgos de averías.

Cómo comprobar el nivel de aceite

En cada cambio de aceite, el profesional del taller deja el lubricante al nivel correcto. No obstante, la cantidad que hay en el motor se puede ir reduciendo debido al consumo de aceite, la evaporación o fugas.

Los coches modernos llevan sensores (algunos incluso prescinden de la medición manual en favor de un indicador digital), pero nuestra obligación es revisar cada cierto tiempo (lo ideal, cada 1.500 km) el nivel de aceite ¿Cómo hay que hacerlo?

1️⃣ Localiza la varilla del aceite. Estaciona el coche en una zona llana para que la medida sea la correcta y, con el motor frío (aunque hay fabricantes que lo recomiendan medir en caliente), localiza la varilla de medición. Suele delatar su ubicación con un tirador de color llamativo, que sobresale del bloque del motor.

2️⃣ Comprueba la varilla. El siguiente paso es sacar la varilla y limpiaremos el aceite con un paño, la volveremos a introducir hasta el final y la volveremos a sacar. Entonces el aceite habrá dejado una marca, que tendrá que encontrarse entre dos marcas: el máximo y el mínimo ('Max' o 'H' por el inglés 'high' y 'Min', o una 'L' por el inglés low) . 

Que el nivel de aceite caiga por el debajo del mínimo es jugarse la integridad de la mecánica: no habrá suficiente aceite en el motor para bañar todas las piezas que lo requieran e incluso la bomba de aceite puede fallar, produciendo sobrecalentamiento y desgaste prematuro en el motor.

3️⃣ Rellena lubricante si es necesario. Para rellenar aceite habrá que localizar el tapón de llenado de aceite en la parte superior del motor y añadir aceite del mismo tipo y viscosidad que la recomendada por el fabricante del vehículo hasta que el nivel queden entre los valores de referencia de la varilla.

4️⃣ Nunca rellenes hasta el nivel máximo. Lo ideal es rellenar poco a poco e ir comprobando el nivel con la varilla (dejando pasar un tiempo prudencial y limpiado el extremo de la varilla tras cada comprobación). Igual que es malo que el nivel esté por debajo del mínimo, tampoco debemos superar el máximo.

Y es que si sobrepasamos el máximo, el cigüeñal podría entrar en contacto con el aceite y batirlo, generando una espuma cuyas burbujas producirían una merma de efectividad en la capacidad de lubricación y refrigeración del aceite, generando un incremento de temperatura en el bloque. De manera secundaria, el exceso de aceite será quemado en el motor pudiendo dañar los catalizadores.

En cualquier caso, si tienes alguna duda, echa un vistazo al manual de usuario de tu coche o acude a tu taller de confianza, donde sus profesionales tendrán respuesta para todas tus dudas.

Recuerda, revisa tu coche periódicamente, y realiza los cambios de aceite lubricante cuando lo establece el fabricante de tu coche —no te olvides también del filtro de aceite. Y para hacerlo, confía en los talleres asociados de Asetra, tus Talleres de Confianza.