Si tienes hijos, cuidado con lo que haces el volante: los malos hábitos se copian... ¡y mucho!

Dicen que una gran parte de la educación se adquiere antes de pisar el colegio . Lo mismo parece cierto si hablamos de aprender a conducir, como han descubierto unos instructores de conducción británicos.

Y es que, al parecer, los jóvenes que confían en lo que sus padres hacen o dicen para conducir “bien” han sido adquiridos como malos hábitos en el camino. Esto dice al menos una encuesta realizada por una escuela británica de conductores.

Malos hábitos al volante copiados de los padres

Dicho estudio desvela que el peor mal hábito adquirido por parte de los padres es olvidarse de mirar por los espejos retrovisores y señalizar antes de realizar la maniobra deseada.

La segunda peor cosa en la lista es conducir con una sola mano o cruzar las manos en el volante mientras se realiza un giro. Circulando a baja velocidad y con confianza es fácil creer que no hay problema alguno. Sin embargo, una buena postura al volante es clave para nuestra seguridad.

Otro mal hábito “popular” es no observar lo que sucede alrededor y ni prestar atención al coche que conducen. Lo mismo ocurre con los actos realizados por inercia, mientras que el exceso de velocidad se sitúa en quinta plaza.

Los profesores de conducción también se encontraron con que muchos de estos jóvenes conductores pilotan apoyando el pie en el pedal de embrague, manejan de manera impaciente o un tanto agresiva, no tienen el suficiente cuidado a la hora de salir de un cruce o todavía confían en estilos de conducción ya anticuados.

De acuerdo con la encuesta, algunos de los conductores primerizos todavía creen en los mitos de la conducción, como el de que el uso excesivo de los intermitentes puede estar mal visto por la comunidad vial.

Otros malos hábitos de conducción incluyen (pero no se limitan a) desgastar en exceso los neumáticos al ir pisar el pedal del acelerador con ímpetu, no verificar los puntos ciegos e, incluso, conducir sin tener en cuenta o comprender bien del código de circulación.

El listado de malos hábitos de los jóvenes al volante incluyen comer y beber en el automóvil y conducir a la vez, ser demasiado insistente con el pedal del acelerador o cercarse demasiado al vehículo de adelante.

Carreteras más seguras y buenos hábitos

Es obvio que los más jóvenes adquieren malos hábitos de sus padres, y lo mismo ocurre con la conducción. Incluso, si los progenitores no salen e intentan enseñar a conducir ellos mismos a sus hijos. De este modo, el simple hecho de presenciar una mala conducta al circular, tiene el potencial de influir en la forma en que un conductor joven se comportará en la carretera.

Por tanto, si tenías alguna duda acerca de conducir de manera diferente —y más si tus hijos están a bordo—, los resultados de la encuesta citada deberían hacerte reflexionar y recuperar los buenos hábitos al volante (también con tu coche) que hayas podido perder.

Y puestos a pedir, ¿podríamos cambiar también nuestro comportamiento y tratar más respetuosamente al resto de usuarios de la vía? Ni criticar, insultar o gritar a cualquier otro conductor solo para desahogarnos. Recuerda que todo lo que haces el volante se queda grabado en la retina (y el cerebro) de tus hijos.

Si quieres encontrarte en el futuro buenos conductores empieza 'prepararando' a tus hijos siendo un buen ejemplo. Y esto incluye no sólo una conducción respetuosa con los demás y con las normas. También en cuanto al (buen) trato que das a tu vehículo con una conducción tranquila y eficiente, y procurándole los cuidados que necesita para asegurar tu máxima seguridad en carretera. Por eso, practica también un buen mantenimiento periódico de tu vehículo, que sirva también de ejemplo para tus hijos.

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