Este (mal) hábito para ahorrar combustible puede dañar tu coche y provocar que tengas un accidente

Los conductores, con el precio de los combustibles disparados como están, recurren a todo tipo de trucos y estrategias para aligerar la gasto en carburante al final de mes.

El descuento de al menos 20 céntimos por litro que estableció el Gobierno en colaboración con las petroleras ayuda a contener el gasto en combustibles. Aun así, el precio final del ticket sigue siendo muy elevado para la mayoría de bolsillos. Por eso, conducir de manera eficiente, a velocidad constante evitando acelerones y frenazos bruscos son buenas prácticas para ahorrar combustible.

También lo es planificar el viaje, comprobar periódicamente la presión de los neumáticos o elegir bien las gasolineras donde repostamos. En definitiva, existe toda una serie de trucos que nos pueden ayudar a mantener a raya el consumo de gasolina o diésel que podemos aplicar cada vez que nos ponemos al volante sin que nos cueste apenas esfuerzo.

Circular en punto muerto, un peligro

En cambio, hay otras prácticas que tradicionalmente se han asociado con el ahorro de combustible que no son tales. La más conocida de todas es, probablemente, la de circular en punto muerto cuando no es necesario apretar el acelerador, por ejemplo, en las bajadas o en los metros previos a un semáforo en rojo o a una señal de Stop.

Aparte de que no es cierto que conducir sin engranar la marcha ayuda a ahorrar combustible, esta situación representa un grave peligro para la seguridad vial. Las posibilidades de sufrir un accidente son mucho mayores que si circulamos con una marcha puesta, ya que el conductor pierde el control sobre la dirección.

El mito de que el coche no gasta cuando no lleva ninguna marcha engranada es totalmente falso. Cuando circulamos en punto muerto el motor sigue girando al ralentí para que no se cale, es decir, consume combustible. Una cantidad que oscila entre 0,5 y 0,7 litros a la hora, que, pese a que no es elevada, puede llegar a ser superior de la que consumiría el coche si metiéramos una marcha.

De hecho, si la marcha estuviera engranada no haría falta inyectar combustible al motor porque serían las ruedas y la transmisión las encargadas de hacerlo funcionar.

Riesgo de accidente y daños en el vehículo

La manera más segura de circular es con una marcha engranada en todas las situaciones sin excepción. De este modo, conseguiremos mantener el control del vehículo en todo momento, ya que el freno-motor es el elemento que desafía a la fuerza de la gravedad cuando circulamos cuesta abajo. En tramos llanos, al dejar de acelerar, el coche irá perdiendo velocidad poco a poco siempre que llevemos una marcha engranada.

Y es que usar el punto muerto en las bajadas o en otras situaciones, como en un tramo de autopista o autovía, supone un grave peligro para la seguridad vial. El peso del propio vehículo y la libertad que le otorgamos ocasiona que el automóvil se descontrole por completo, lo que puede ocasionar un accidente. Asimismo, podemos provocar graves daños mecánicos.

Desgaste de los frenos

Para parar el coche en punto muerto, los frenos deberán trabajar más, lo que implica un mayor desgaste de elementos como el líquido, las pastillas y los discos de freno. A la larga, la sustitución prematura de estas piezas nos saldrá más cara que las gotas de combustible que podemos ahorrar circulando en punto muerto.

Daños en el motor

Por último, conducir en punto muerto también puede resultar perjudicial para el motor al hacerle recorrer distancias largas a revoluciones bajas. Una de las piezas que más sufre en esta situación es el propulsor. El sobreesfuerzo al que se le somete puede dañar elementos como las bielas o los casquillos del cigüeñal, o causar fallos en las poleas y los tensores de las correas, explica Mapfre en su blog de motor.

Como ves, usar de forma incorrecta el punto muerto puede ser un riesgo para tu seguridad y para el estado de tu coche.

Así que, ya sabes, circula siempre con una marcha engranada y revisa periódicamente los elementos básicos de tu coche. Y es que la mejor forma de ahorrar combustible es apostar por un buen mantenimiento de tu coche: conseguirás que el motor trabaje de forma más eficiente ¿Necesitas ayuda profesional? Confía en tus Talleres de Confianza: trabajamos desde siempre para ofrecerte el servicio honesto y de calidad que exiges a un taller.