¿Alguna vez has escuchado en el escape de tu coche unos peculiares sonidos metálicos? Muchos conductores no les habrán prestado atención, pero otros probablemente se hayan preocupado por ese ruido.
Seguro que esta situación te es familiar: después de conducir durante un rato llegas a tu destino, aparcas, quitas el contacto del coche, sales del vehículo y al hacerlo escuchas unos pequeños golpecitos metálicos que parece que vienen del vano motor o de la parte inferior del coche.
El sonido metálico se produce cuando tu coche está caliente y la mecánica y el resto de componentes han trabajado duro durante un tiempo. Ese ruido se produce por el resultado de la expansión térmica y de fricción estática.
¿Son peligrosos los ruidos metálicos en el escape?
¿Sabías que todos los materiales tienen un coeficiente de expansión térmica? Mientras están en funcionamiento, muchos componentes se calientan por encima de la temperatura ambiental por la combustión interna del motor o por la propia fricción.
Según el material del que estén fabricados, se calientan de una forma diferente. Una vez que el calor disminuye, las partes que se han expandido, se enfrían y vuelven a su forma anterior. Como cada pieza tiene una temperatura, se enfrían a temperaturas distintas.
Estos sonidos metálicos se producen por la fricción estática o dinámica. A medida que dos piezas unidas entre sí se encogen a diferentes velocidades, experimentan cierto cizallamiento entre ellas.
Ese cizallamiento que se acumula gradualmente hasta que supera la fricción estática entre ellos provoca un deslizamiento entre ellas. Dicho deslizamiento continúa hasta que la fricción dinámica entre ellos supera el cizallamiento, momento en el que se 'pegan' nuevamente.
Cada sonido metálico se genera cuando las dos partes se despegan una de la otra y pueden ser más o menos bruscos dependiendo de factores como la temperatura exterior o la humedad.
¿Cuándo podemos tener una avería en el escape? Síntomas
Como hemos visto, estos ruidos son inofensivos. Sin embargo, hay otros ruidos en el escape que sí nos están advirtiendo de una avería.
El sistema de escape está compuesto de diferentes elementos como el catalizador, el filtro de partículas y los silenciadores. Además también tiene juntas, gomas y sujeciones que pueden haberse deteriorado dejando algún tubo suelto que choca y provoca el ruido. Piezas todas ellas que, con el tiempo, se deterioran y oxidan.
Este problema suele producirse por la condensación de agua dentro del sistema o por una exposición frecuente a la sal. Esto último ocurre en la costa o en zonas frías donde se echa sal en la carretera de forma habitual para evitar las heladas.
Como es lógico, como gran parte del sistema de escape está en los bajos del coche, muy vulnerable a los golpes. Piedras y objetos tirados en la carretera o circular por caminos pueden ser motivos suficientes para acabar rompiendo alguna parte del escape.
Donde el escape es especialmente vulnerable a la corrosión y a los golpes es en las partes soldadas. Pero, sea donde sea, una rotura del tubo de escape se debería notar fácilmente, porque produce ruidos anómalos que hasta pueden llegar a ser molestos por su volumen. Podrás oírlo al ralentí y/o al acelerar, dependiendo de la parte que esté afectada. Aunque lo más habitual es oírlo al acelerar.
Esto se produce porque, como sabes, el escape es el encargado de evacuar todos los gases de escape a la atmósfera. Así que cuando pasan en más cantidad y a más velocidad es cuando sonarán más las piezas que causan el ruido.
Por eso, si percibes algún molesto sonido procedente de los bajos de tu coche, acercarte a tu Taller de Confianza para que comprueben dónde está su origen.
Qué pasa si no arreglo los fallos en el escape
Es importante tener el tubo de escape en buen estado. Si está roto, el vehículo no pasará la ITV. Así que tendrás que solucionar el problema y volver a pasarla si quieres seguir circulando sin exponerte a multas.
Además dependiendo de dónde esté la rotura, los gases de escape liberados estarán sin tratar por lo que son mucho más contaminantes y perjudiciales para la salud. Esto último te afectará de forma directa cada vez que aparques el coche en un sitio cerrado y, si el problema es en el colector de escape, incluso los malos humos podrán entrar en el habitáculo.
Así que no lo dejes más y si notas algún ruido extraño en el escape de tu coche, acude a los los profesionales de tus Talleres de Confianza.
Revisa periódicamente tu vehículo para superar la inspección técnica a la primera y, sobre todo, para evitar contratiempos en tus viajes por carretera. Y si necesitas ayuda, o quieres someter a tu coche a una revisión pre-ITV, ponte en manos de los talleres asociados a Asetra, Asociación de Talleres de Madrid ¡Encuentra tu Taller de Confianza!