Aunque muchas personas crean que los coches eléctricos no tienen averías, están muy equivocados. Aunque sí es verdad que hay que mantener menos piezas que un coche de combustión, pero sí tienen averías que pueden ser muy importantes y caras de reparar.
Un eléctrico no necesita cambiar aceite ni filtro de aire, pero sí tiene otras piezas comunes que requieren el mismo o mayor mantenimiento que en un coche de combustión, como es el caso de los neumáticos o del sistema de refrigeración destinado a mantener frías las baterías. Además, los eléctricos tienen su piezas propias, como el motor eléctrico o la batería que también pueden generar fallos.
Algunas de las averías que los coches eléctricos pueden sufrir son:
- Avería en el sistema de frenada regenerativa. Utilizan la frenada para recuperar energía. Y funcionan con un convertidor que recarga la batería al pisar el freno o, simplemente, dejar de acelerar. Ese convertidor puede fallar y que no recargue energía. Si pasa esto, el testigo de recarga del cuadro de instrumentos no indicará nada. Y la carga de la batería se terminará mucho más rápido.
- Avería en la batería. Es una de las piezas más importantes y también es de las más caras. Suele ser de 8 o 10 años y del entorno de 150.000 kilómetros. La avería en una batería se detecta rápidamente, ya que o no cargará o se descargará muy rápidamente. Para evitar su deterioro, hay que evitar las cargas rápidas y tener una carga siempre de entre un 20% y un 80%.
- Avería en el ‘software’. Los coches eléctricos tienen más software que los de combustión, sobre todo en lo que se refiere a la carga de la batería y a la gestión de la energía. Las averías suelen surgir a la hora de realizar las pertinentes actualizaciones. Puede ser que tarde mucho en realizarse o que, incluso, el coche llegue a bloquearse, sin arrancar y sin que sus sistemas funcionen.
- Avería en el proceso de carga. Los fallos pueden darse por diversos motivos. Para empezar, el punto de carga puede estar en mal estado o no estar activo. Si está enchufado, no carga, y se queda bloqueado sin dejar retirar el cable, hay que buscar el diferencial de este citado punto de carga y rearmarlo. Tras esto debería poder dejar retirar el cable. También puede ocurrir que el coche no cargue o lo haga muy despacio. Puede ser debido a que no se ha contratado la potencia suficiente (en casa, por ejemplo).
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